No quiero que me leas por compromiso. No quiero que comentes mis poemas con hermosas palabras dictadas por tu amistad. No quiero que seas piadoso al leerme. No quiero que me des tu voz en halagos. Quiero tus palabras sinceras de crítica sana, la piedad es lo peor que le puede suceder a un poeta y por eso pido tu franqueza. Y finalmente quiero que tus comentarios partan de tu alma a la que previamente tendré que haber conmovido. Gracias por ser mi amigo.
sábado, 26 de junio de 2010
CORAZONES DE HUMO
Tengo las manos cargadas de sueños,
esos imposibles, que poco a poco voy cargando en la mochila.
Hoy decido partir porque el coraje abandonó mi corazón.
y nada ni nadie me retiene.
Veo cerca de mí un montón de hojas en blanco con los invisibles dibujos
de esas risas que no nos atrevimos a reír.
Escucho el silencioso sonido de los besos que no dimos,
y el aire cargado con todos los suspiros abortados, está atenazando mi garganta
La oficina queda a oscuras, apago la última dicroica,
y es mi encendedor la luz del escape.
Ayer,
él, era el recurso que en la calma,
prendía mi cigarrillo después del amor
y una lluvia de humo en corazones blancos
se arrojaba sobre nosotros,
convirtiendo la simple ceremonia de fumar en un rito mágico.
Ahora,
yo puedo recordar tu voz diciendo Hasta Mañana,
y vos sentirás hasta el último día de tu vida
mis dedos dibujando un Te Amo en tu espalda cansada.
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