jueves, 25 de septiembre de 2008

UN HIMNO PARA BAJAR DE LA CRUZ


Aquí, en el hueco del olvido que me protege de la ignominia,
puedo consolar a mi ego maltrecho.
Quisiera sentir algo del amor que extraño.
Amanezco con las puntas de los dedos heridas
por agujas bordadoras en una noche sin rumbo
y pienso en qué recodo dejaron mi dignidad.
Hoy pretendo visitarme.
El atajo de la vergüenza seguramente me llevará con prisa
y el castigo de algunos sobre mis espaldas cansadas no se hará esperar.
El camino largo, sin duda va a demorar mi destino,
pero sé que al final, me está esperando la verdad.
Mis deseos incumplidos lloran en silencio.
El volver a ser amada,
implica poner a buen resguardo
a los que no se apiadaron ni se apiadan de mí.
Es arrancarme la corona de espinas y bajar de la cruz.
Vos, que me habitás, ayudame.
Dame tu mano, caminemos,
y hagamos que los pasos de la redención
marquen en voz baja los compases del himno nacional
que me honra como República.


ALICIA CORA FERNÁNDEZ

6 comentarios:

Gustavo Tisocco dijo...

bello cierre Ali para un espléndido poema.
Un abrazo gus.

Anónimo dijo...

Como todos muy hermoso Alicia ,siempre con asombro. Lia

Anónimo dijo...

Espectacular tu poema, Alicia. Me encantò. Besos de Baby

Anónimo dijo...

Hermosisimooooooooooo Alicia, gracias corazón,, besotesssssss. MAÑI

Anónimo dijo...

Muy lindo mami!!

Un beso, Mariana

Anónimo dijo...

Me gustaron mucho-mucho, absolutamente tus poemas.
ÈXITOS siempre.
Con un deseo que todo esté bien.
Perpétua Flores