viernes, 18 de diciembre de 2009

CONJURO


El aroma del sol,
se afirma que no existe.
La sequedad del agua del río,
es imposible de probar.
Una carcajada estridente de la letra hache,
muda de nacimiento, es difícil imaginarla.
Y el paso silencioso del tren,
sin el martilleo de sus ruedas de acero sobre los rieles
suena a fábula.

Conjuro, alianza incondicional de mis amados cómplices voluntarios

El sol, descarga toda la luz sobre los durazneros
que bordean la calle hasta nuestra casa,
y se apodera de su perfume en sazón.
El agua del río al secarse forma tu corona con trocitos de mica.
Esa muda letra hache está gritando que Hoy volvés a mí.
El tren local, decidió cerrar la boca, olvidar las pitadas de aviso,
y recubrió con algodón sus aceradas ruedas,
ahora ya no se escuchan los frenos quejosos.

Parado en el andén, te espero.

Llevo en las manos el aroma del sol en un puñado de duraznos y azahares.
Entreverada en mi pelo de poeta, está tu corona de mica.
Grito HOY y la hache suena a trompeta de gloria.
Ahora es el tren el que llega con el andar descalzo,
te trae, te arroja en mis brazos
toma una bocanada de aire fresco,
y se va de la estación en silencio,
en las ventanillas los vidrios espejan nuestra imagen besándonos,
te veo coronada con agua seca de río.
La hache seguirá hablándonos de este Hoy y de Hogar
El tren no duda en cerrar sus puertas para siempre,
emprende el viaje, nos está dejando solos,
y todo huele a sol en la calle a casa.

ALICIA CORA FERNÁNDEZ