sábado, 10 de septiembre de 2011

VÒRTICE


El rumor de la calle es un intruso en el cuarto.
Un viento cálido y húmedo se acurruca en las blancas cortinas.
y forma con ellas enormes velas
que impiden la vuelta campana de nuestro velero.
La luz de un atardecer demorado por nosotros,
poco a poco se apaga
y la noche avanza vendiendo sombras.
Esta felicidad es tan única y maravillosa
como ese libro incunable que nunca podremos poseer.
Los silencios inventaron paisajes sacudiendo modorras,
y hay guiños cómplices en el espejo empañado después de la tormenta.
La cama simula descansar,
y el velero anclado balancea monótonamente sus caderas.
Nadamos en el café que nos invade prepotente,
Esta calma chicha no dura más que minutos.
Un rayo de luna te acaricia por mí.
y el sosiego cae en desgracia
Vuelve a soplar el viento.
desplegamos las velas virando el rumbo
en poco tiempo el vórtice del Triangulo de las Bermudas
tragará nuevamente nuestra locura..

ALICIA CORA FERNÁNDEZ